El despido es una de las situaciones más delicadas en el ámbito laboral, dado que puede tener consecuencias significativas para el trabajador. La clasificación de los despidos en nulo, improcedente y procedente es fundamental para entender los derechos del trabajador y las posibles indemnizaciones. En este artículo, se abordarán las claves para identificar cada tipo de despido y qué hacer en cada caso.
Es esencial tener claro que, dependiendo de la causa del despido, las repercusiones legales varían considerablemente. Analizaremos las diferencias entre un despido nulo, improcedente y procedente, así como las acciones a seguir ante cada uno de ellos.
¿Qué es un despido nulo y cuáles son sus consecuencias?
El despido nulo ocurre cuando se produce en violación de derechos fundamentales o cuando no se cumplen ciertos procedimientos legales. Esto puede incluir despidos por motivos discriminatorios, como el origen étnico, género, religión o discapacidad. En este caso, el trabajador tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo.
Las consecuencias de un despido nulo son claras: el trabajador debe ser reincorporado y se le deberán abonar los salarios de tramitación desde el momento del despido hasta la readmisión. Esto implica que el trabajador tiene derecho a recibir su salario como si nunca hubiera sido despedido.
Además, el despido nulo puede ser declarado por un juez tras una demanda laboral, lo que refuerza la importancia de contar con asesoramiento legal en estos casos para proteger los derechos del trabajador.
¿En qué se diferencia un despido improcedente de uno nulo?
La principal diferencia entre un despido improcedente y uno nulo radica en la causa que lo justifica. Un despido improcedente se produce cuando la empresa no puede demostrar una razón válida para despedir al trabajador, o cuando se incumplen los procedimientos necesarios. En este caso, el trabajador puede optar por ser readmitido o por recibir una indemnización.

Por otro lado, un despido nulo se da por razones ilegales, como la discriminación. En este caso, no hay opción de indemnización, ya que el trabajador tiene derecho a ser readmitido sin ningún tipo de conversión a indemnización.
- El despido nulo implica la readmisión obligatoria.
- El despido improcedente permite elegir entre readmisión o indemnización.
- La causa de despido nulo es ilegal, mientras que la causa de despido improcedente es injustificable.
¿Cuándo se considera que un despido es improcedente?
Un despido se considera improcedente cuando el empresario no puede justificar la razón del despido o no ha seguido el procedimiento legal establecido. Esto puede ocurrir en varias situaciones, como:
- Falta de pruebas que respalden la decisión de despido.
- Incumplimiento de los plazos de preaviso que estipula la ley.
- Despedir al trabajador por razones que no son válidas bajo la legislación laboral.
Si el despido es declarado improcedente por un tribunal, el trabajador tiene derecho a elegir entre ser readmitido o recibir una indemnización que generalmente oscila entre 33 y 45 días de salario por cada año trabajado.
¿Qué motivos pueden llevar a un despido nulo?
Los motivos que pueden llevar a un despido nulo son diversos, pero todos comparten un elemento en común: la violación de derechos fundamentales. Algunos ejemplos incluyen:
- Despidos por razones de género o discriminación por embarazo.
- Despidos por pertenencia a un sindicato o actividades sindicales.
- Despidos basados en el origen racial o etnia del trabajador.
Estos despidos no solo son ilegales, sino que también pueden acarrear graves consecuencias para la empresa, incluyendo sanciones legales y reputacionales. Por ello, es crucial que los trabajadores conozcan sus derechos.
¿Qué hacer si crees que tu despido es improcedente?
Si un trabajador sospecha que su despido es improcedente, debe actuar de inmediato. A continuación, se describen los pasos a seguir:

- Recoger toda la documentación relacionada con el despido, como la carta de despido y cualquier comunicación previa.
- Consultar con un abogado especializado en derechos laborales.
- Presentar una demanda ante el juzgado de lo social correspondiente.
Es importante actuar con rapidez, ya que hay plazos legales que deben respetarse para poder presentar la reclamación.
¿Qué indemnización corresponde en un despido improcedente?
La indemnización por despido improcedente varía según el tiempo trabajado y la causa del despido. Generalmente, se establece en:
- 33 días de salario por año trabajado si la relación laboral comenzó después de febrero de 2012.
- 45 días de salario por año trabajado si la relación laboral comenzó antes de esa fecha.
El total de la indemnización no puede exceder de un máximo establecido legalmente, y el trabajador tiene derecho a reclamar dicha indemnización si el despido es declarado improcedente.
Diferencias prácticas entre despido nulo, improcedente y procedente
Las diferencias entre los tipos de despido son fundamentales y afectan directamente los derechos del trabajador. En términos prácticos:
- Despedido nulo: debe ser readmitido y el empresario debe abonar los salarios de tramitación.
- Despedido improcedente: el trabajador puede elegir entre readmisión o indemnización.
- Despedido procedente: el despido está justificado y, por lo tanto, no hay derecho a indemnización.
Es vital que los trabajadores comprendan estas diferencias para poder actuar correctamente y proteger sus derechos laborales.
Preguntas relacionadas sobre el despido laboral
¿Cuál es la diferencia entre un despido improcedente y un despido nulo?
La diferencia principal radica en la legalidad de la causa del despido. Mientras que el despido nulo se produce por violaciones de derechos fundamentales, el despido improcedente ocurre cuando la empresa no presenta una justificación válida. En el primer caso, hay obligación de readmisión; en el segundo, el trabajador puede optar por indemnización.

¿Cómo saber si un despido es procedente o improcedente?
Para determinar si un despido es procedente o improcedente, se deben analizar las razones alegadas por el empleador y verificar si están respaldadas por pruebas. Si no existe justificación o los procedimientos legales no se han cumplido, es probable que el despido sea considerado improcedente.
¿Cuándo un despido improcedente se convierte en nulo?
Un despido improcedente puede convertirse en nulo si se demuestra que se llevó a cabo por motivos discriminatorios o en violación a derechos fundamentales. En estos casos, el trabajador tiene derecho a ser readmitido y recibir los salarios correspondientes.
¿Cuándo es procedente e improcedente?
Un despido es considerado procedente cuando existen causas justificadas y se cumplen los procedimientos legales establecidos, como la presentación de pruebas adecuadas. En cambio, es improcedente cuando el empleador no puede demostrar la causa o incumple los requisitos legales.
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Autor: Equipo editorial de Asesor.Legal


